Durante el 11 y 12 de diciembre, más de 110 países sostendrán reuniones de trabajo en la denominada “Cumbre One Planet”. Ésta se celebrará junto al presidente francés, Emmanuel Macron, el secretario general de las Naciones Unidas y del presidente del Banco Mundial.
Con ella se espera que los Estados suscritos al Acuerdo de París reafirmen sus compromisos de instrumentación para hacer frente al cambio climático a través de ideas innovadoras financiables y con ello frenar o al menos limitar el aumento de la temperatura por debajo de los 1.5 grados.
En días previos, durante una conferencia climática en Alemania, un oficial del gobierno sirio afirmó que su país ha comenzado el proceso de ratificar dicho Acuerdo; acción que fue alabada por diversos expertos climáticos y quienes aprovecharon en hacer un llamado al presidente norteamericano Donald Trump para que reconsidere su anuncio de retirar a los Estados Unidos del acuerdo el pasado mes de junio.
Recordemos un poco…
Junio fue el mes en el que el presidente Trump llamó al Acuerdo de Paris “uno que sólo castiga a los Estados Unidos”. Cabe señalar que únicamente dos países no habían firmado el acuerdo: Nicaragua, que no lo encuentra lo suficientemente ambicioso, y Siria, que estaba en medio de una guerra civil. Sin embargo, Nicaragua lo ratificó en octubre y Siria ya comenzó sus planes para hacer lo mismo.
Luego del anuncio sirio, la Casa Blanca dió a conocer a través de un comunicado que su posición se mantendrá: “No ha habido cambios en la posición de los Estados Unidos (…) Tal como el presidente afirmó anteriormente, los Estados Unidos se retirará, a menos que podamos reingresar bajo términos más favorables para nuestro país¨.
Cabe destacar que los otros países dentro del acuerdo han rechazado la posibilidad de renegociar los términos, pero los expertos afirman que EE UU. ya tiene las maneras de cambiar sus objetivos climáticos si así lo desea: cada país en el acuerdo plantea sus propios objetivos voluntarios para reducir la contaminación climática.
Debido a que los EE.UU. ratificaron el acuerdo bajo la administración de Obama, el presidente Trump deberá continuar participando silenciosamente en las conversaciones climáticas globales hasta 2020. Estos trabajos de más bajo perfil han implicado que durante 2017, el gobierno haya enviado a 48 personas a la conferencia de Bonn para ayudar a desarrollar las reglas del acuerdo.
