El oso lo sabe y conoce desde el “estoy cansado”, “no tengo tiempo”, “me siento mal”, como excusas reales y ficticias que quizá hayas inventado en tu vida para no ir al gimnasio o realizar actividad física. Aunque pocas veces ha escuchado el “soy alérgico” y probablemente esta última tiene una base que indica que puede ser así.
Para ello te contaremos una historia. Sucede que Joe O’Leary fue a cenar pizza con tomates y pimientos con sus padres alrededor de las 8:00 de la noche. Y después, para no irse a la cama con tantas calorías en su cuerpo, partió al gimnasio para quemar unas cuantas. Sin embargo, rápidamente comenzó a sentirse extraño: sus ojos se humedecieron mucho y tenía problemas al respirar.
O´Leary fue llevado inmediatamente a la sala de emergencias y se le inyectaron esteroides y antihistamínicos. Ahí le explicaron una situación particular: Sufrió una alergia no sólo a lo que había comido, sino a la combinación del ejercicio con su cena.
Los doctores le diagnosticaron una anafiláxis inducida por el ejercicio, donde un agente alergénico se activa con el ejercicio.
Debido a lo anterior, combinado con el ejercicio que realizó después de haber ingerido su cena, O´Leary tuvo una reacción alérgica a los tomates, pimientos, soya y las nueces.
La anafiláxis inducida por el ejercicio fue por primera vez diagnosticada en 1979 y probablemente afecta a 50 de cada 100,000 personas.
Para el 30 o 50 por ciento de las personas, la reacción viene al combinar ciertos tipos de comida con el ejercicio. Para otros, determinadas actividades extenuantes crean una reacción al utilizar medicamentos como la aspirina. Algunas mujeres lo experimentan al tener altas cantidades de estrógeno durante su ciclo menstrual. Es decir, diversas combinaciones de alimentación con ejercicio realmente podrían estar incidiendo en nuestro desempeño.
Afortunadamente, de acuerdo a algunos especialistas, el diagnóstico es inmediato. Y en cuanto las personas son diagnosticadas, sus síntomas pueden ser tratados de la misma manera que se trata cualquier alergia- evitando los agentes alergénicos (las comidas y medicamentos).
Aunque O’Leary tuvo que evitar hacer ejercicio justo después de comer tomates o nueces para controlar su alergia, dijo que prefiere sacrificar su amor a la catsup que tener otro ataque.
¿Te han sucedido alguna vez estos síntomas o conoces alguna otra alergia fuera de lo común? ¡Cuéntanos, queremos leerte!
